viernes, 6 de diciembre de 2013

¡VIVA EL VINO!
--No tienen vino.
--Y a mí qué me importa. Sabes que no bebo alcohol. Además todos los invitados están borrachos como cubas... Mejor dicho: llevan cuatro días de borrachera continua. ¿No habrás estado empinando el codo tú también?
--Córtate un poco, Jesusito, que soy tu madre.
--Como tienes tanto interés en que haya vino...
--No tengo ningún interés, puedo pasar sin vino perfectamente... Hoy solo he bebido un par de vasitos. Pero el novio está muy apurado, va a quedar como el culo. En Galilea, sin vino no hay fiesta que valga y todavía quedan tres días de celebraciones.
--Pues que se vayan todos a sus casas. Esta fiesta es un muermo, me estoy aburriendo como una ostra.
--Porque no bebes. Anda, por favor, haz algo. Le he dicho al novio que no se preocupe que tú encontrarás la solución.
--¿Y qué quieres que haga?
--No sé... ¿Un milagrito de los tuyos?
--Si, hombre... Mi primer milagro público: ayudar a una panda de impresentables a caer en coma etílico.
--Ay, hijo, no seas dramático. Estos aguantan lo que les echen. ¿Has visto a alguien ponerse malo en estos cuatro días? Y eso que han bebido como esponjas, por eso se ha acabado el vino. Anda, hazlo por mí.
--Está bien, pero no volveré a una boda en lo que me queda de vida por muy pesada que te pongas.
--Bueno, a la tuya tendrás que ir...
--No me pienso casar.
--Qué tonterías dices. A veces me parece mentira que seas Dios. Pero más vale dejarlo. A ver: qué vas a hacer o qué quieres que hagamos. Esos cuatro de ahí, los que están mirando, me han dicho que harán todo lo que tú digas con tal de que haya más vino.
--Pues diles que llenen una de aquellas tinajas de agua hasta el borde y me la traigan.
--¿Solo una tinaja?
--Mamá, en esa tinaja caben por lo menos cien litros.
--Con eso no hay ni para empezar. Les diré que llenen las seis. Total, ¿a ti que más te da?
--Abrakadabra, patita de cabra. Agüita clara no serás, en vino te convertirás. Ya está.. Podéis probarlo, si queréis.
--¡Eh, tú! dame ese cuenco. Primero lo tengo que probar yo, que para eso soy su madre.
--Mamá, por favor.

--Umm... ¡Delicioso! Sabe a gloria. Hijo, debíamos montar una bodega: nos forraríamos.  

sábado, 29 de septiembre de 2012

Mi sagrado derecho a vivir mucho mejor que los demás.



Nunca nos paramos a pensar lo extraña que es la existencia. Todos los que necesitan creer en esoterismos, magias, religiones y otras fantasías tienen, en realidad, una idea muy prosaica de la vida, de la existencia. No se dan cuenta de lo extraño y extraordinario que es simplemente existir, les parece de lo más normal y entonces inventan cuentos para echarle un poquito de sal a la cosa. Luego nos acusan de no estar abiertos a las “maravillas” que ellos imaginan cuando es al revés: ellos son los ciegos, los insensibles, los que no ven más allá de sus narices, los que no se enfrentan al Misterio. Y, si alguna vez vislumbran fugazmente su reflejo solo de reojo, se apresuran a taparlo con dioses, chamanes y brujerías varias.
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Todo lo cierra la muerte.

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No tengo nada que decir y el resto del mundo no tiene nada que escuchar.

Los recuerdos son solo eso: recuerdos. No puedes asegurar que hallan sido reales, no hay ninguna diferencia entre lo que recordamos y lo que hemos leído, lo que hemos visto en alguna película o lo que imaginamos. Todo está en el cerebro y nuestras neuronas no saben cual ha sido su origen.

domingo, 15 de abril de 2012

Alegrarse por la victoria a pesar de los amigos muertos en la batalla.
Lo siento pajarillos, se han acabado las migajas.
Había sangre en las escaleras. Mi vecina Antonia observaba tras su puerta entreabierta. No fue fácil subir sin mancharme los zapatos. Esta vez habían dejado la muerta justo delante de mi puerta. Todo aquello no podía ser casual. Metí la llave y abrí procurando no mirarle la cara. Salté el cadáver y fui directo a mi cama, ya pensaría más tarde en asesinatos, ahora necesitaba dormir.
Qué más me da lo que tengas entre las piernas...
El Estado benefactor es, quizá, el sistema más altruista que el reino animal jamás ha conocido. Pero cualquier sistema altruista es, inherentemente, inestable, ya que está sujeto al abuso por parte de individuos egoístas, dispuestos a explotarlo.

RICHARD DAWKINS
Dios es el colmo del egocentrismo.

martes, 27 de marzo de 2012

SIN REMORDIMIENTO


Me había traicionado una, dos, cinco, diez veces. Y siempre le perdone. Pero, desde que cumplí los cuarenta, sus traiciones empezaron a ser algo cotidiano. Un día no pude soportarlo más y le asesiné.
No me arrepiento.
Estoy mucho mejor sin mi puto subconsciente.

Llegados a este punto solo quedaban dos alternativas: suicidarme o volverme loco. ¿Qué habrías elegido tú?